Luminosidad

A partir de los 25 años nuestra piel comienza a envejecer y una de las primeras señales es la pérdida de luminosidad. La piel pierde su frescura y su natural color sonrosado, se hace más opaca, y a la vez se hace más fina, a veces casi transparente, pierde luminosidad.

Precisamente esta palabra es una de las claves de la cosmética actual.

Hoy en día no basta con un rostro sin arrugas: además, ha de tener luz. ¡Mucha luz!

En TACTO, basándonos en un diagnóstico facial personalizado, sabemos cómo conseguir que tu piel luzca un aspecto rejuvenecido y darle ese plus de energía que marca la diferencia.

Basándonos en la combinación perfecta de Vitamina C de alta absorción y extracto de granada conseguimos el efecto luz que buscamos.